Hoy me gustaría compartir unas imágenes realmente impactantes. El tema es el siguiente, hoy tras una dura mañana de estudio y mientras se hacía la comida, decidí poner la televisión para ver deportes cuatro. Antes de comenzara dicha sección, emitieron un video que realmente me cogió un “pellizco” en la garganta. Una sensación de impotencia ante lo que estaba viendo, de aguantar las ganas de llorar y de felicidad por un final aún más impresionante.
Tras ver el siguiente video me quedé completamente sin palabras, es posible que te ocurra lo mismo.
Resulta que, según me he podido informar por la red, Ron Pace (entrenador de perros) se encontraba grabando una sesión de entrenamiento con un Boxer de una clienta en presencia de la misma. Durante el entrenamiento el perro se desploma y sufre un colapso. La dueña al principio comienza a ponerse nerviosa ante el extraño comportamiento de su perro, hasta que puede observar que éste no responde. Acto seguido, la mujer es presa de su propio ataque de nervios y es aquí donde entra el héroe de la historia, Ron Pace.
El entrenador apartó a la dueña y trató de calmarla, a la vez que, sin haber hecho absolutamente nunca, comienza a aplicar una maniobra de reanimación cardiaca al Boxer. Ante su ignorancia, al principio y como podéis observar, apenas ejerce presión en la maniobra, hasta que de repente se pone manos a la obra. Aplicó el masaje mucho más contundente, aplicando el boca a boca como podía e incluso procuró que la lengua no fuera objeto de obstrucción para el animal, hasta que el animal volvió a respirar.
El final, cuando el perro se levanta y la dueña no lo suelta de sus brazos es espectacular. Según he podido leer tras esta experiencia, la dueña culpó al entrenador porque quizás, bajo su interpretación, todo ocurrió por sus duros entrenamientos. Pero finalmente, un veterinario dictaminó que todo ocurrió porque el perro era diabético, pero para más inri, ¿Sabéis como se llamaba el perro?... adivinarlo… SUGAR (azúcar).
Desde aquí dar mis más sinceras felicitaciones a Sugar para que disfrute del resto de su vida y por supuesto quitarme el sombrero ante la heroica maniobra de Ron Pace.
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