Últimamente, debido a la gran cantidad de exámenes por los que estoy siendo investido, en mi escaso tiempo libre solo he podido disfrutar de ver películas, las cuales he analizado en el blog, como habéis podido comprobar.
Pero me ha sido inevitable establecer un paréntesis en mi claustro con los libros de segundo de Bachillerato, para hablar de una auténtica obra de arte que dura escasos 47 segundos. Esta obra no es otra que el nuevo anuncio promocional del plátano de Canarias, que a continuación les mostraré.
En primer lugar destacar la belleza de la novedosa técnica denominada “Tilt-Shift”. Esta técnica consiste en dar, tanto a ciertas imágenes como a videos, un efecto en el que se simula la textura de una maqueta y ésta puede observarse tanto en el plano del avión aterrizando como en la imagen alejada del coche.
Un anuncio que pretenda tocar nuestra fibra sensible, como en este caso, entre otros elementos, no le puede fallar una canción de fondo profunda, acorde con el mensaje y con lo que se trata de transmitir. Esta melodía es muy sencilla, un piano que suena pausadamente y que alcanza su máximo esplendor cuando llega al mensaje final. Me pone los pelos de gallina cada vez que la escucho.
Las imágenes de las que disfrutamos en este anuncio, son entrañables y de ellas se pueden extraer muchas cosas que nos pueden resultar familiares. El amor con la que se ve que el abuelo habla de su trabajo a sus nietos, el esfuerzo y sacrificio de nuestro trabajo reflejado en el gesto que el hombre hace al recoger un gran racimo de plátanos, la unidad en el negocio familiar, etc.
Y para poner el broche de oro a esta magnífica joya, una frase que nos haga reflexionar y que sea fácilmente aplicable a cualquier persona, situación económica, familiar o personal. Una frase que nos diga algo completamente cierto y que pese a que pese a que sepamos de su existencia, necesitamos escuchar para volver a poner nuestros pies en el frio y duro suelo: “En esta vida, todo lo que merece la pena, cuesta conseguirlo”.
Para mí, un anuncio sencillamente perfecto.
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